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Desde siempre

Desde siempre

Para el desayuno o la cena nada mejor que una concha y un buen vaso de leche. Ese pan dulce que emula a una concha del mar, es un pan completamente mexicano que ha sido testigo de nuestros desayunos y meriendas durante mucho tiempo. La costumbre de comer pan empezó con la llegada de los […]

Para el desayuno o la cena nada mejor que una concha y un buen vaso de leche. Ese pan dulce que emula a una concha del mar, es un pan completamente mexicano que ha sido testigo de nuestros desayunos y meriendas durante mucho tiempo.

La costumbre de comer pan empezó con la llegada de los españoles a nuestro territorio. Los evangelizadores enseñaron a los indígenas diversos oficios como el de la panadería.

La ciudad de Puebla de los Ángeles fue la elegida para comenzar a hacer pan, gracias a que posee grandes campos de trigo y en aquella época era una ciudad llena de comercios.

Pero el pan dulce que contiene azúcar y grandes cantidades de mantequilla o manteca, se empezó a preparar con la llegada de los franceses en el segundo Imperio. En ese periodo, la sofisticada panadería francesa comenzó a prepararse en el país y surgió la fusión de esas técnicas con ingredientes nacionales.

Fue así como el pan dulce llegó a nuestras mesas y también aparecieron esas conchas esponjadas, cubiertas con una pasta de azúcar y manteca, que es la favorita de chicos y grandes.

Este pan dulce se puede encontrar de todos los tamaños, y en todo tipo de panaderías, pero las verdaderas conchas que respetan la receta original son aquellas que se preparan con la misma masa del bolillo y no llevan ni un pedazo de mantequilla en su interior.

Las conchas son muy versátiles ya que te dan la posibilidad de abrirlas y rellenarlas con lo que se te antoje. Algunas personas las rellenan con frijoles refritos, con cremosa nata de leche y azúcar, con mermelada, cajeta… aunque la verdad una concha bien hecha vale la pena comerla sola.

Les dejo la receta de las conchas, para que se animen y preparen este pan dulce tradicional en casa.

Conchas
Ingredientes
2 ½ tazas de harina de trigo (cernida)
1 taza de azúcar
¾ de taza de margarina
½ taza de agua
4 piezas de huevo
4 cucharadas soperas de levadura en barra (se adquiere en tiendas de materias primas)
Margarina para engrasar las charolas

Ingredientes cubierta
¾ de taza de azúcar glas
¾ de taza d e harina de trigo
½ taza d e manteca vegetal
1 cucharada cafetera de cocoa
1 clara de huevo

Procedimiento
1. Calienta el agua, sin que hierva.

2. Sobre la mesa, forma una fuente (montículo con un orificio en el centro) con 1 taza de harina y la mitad de la cantidad de azúcar. Coloca en el centro la levadura y adiciona ¼ taza de agua caliente (tan caliente como lo soporte el tacto) para disolver la levadura; poco a poco. A la vez, ve incorporando la harina, la mitad de la cantidad de margarina y 2 huevos hasta obtener una mezcla homogénea.

3. Golpea la masa contra la mesa, azotándola fuerte y gírala para que el golpe sea uniforme en toda la masa.

4. Deja reposar la masa cubierta con un trapo húmedo en un recipiente metálico, de preferencia cerca de la estufa, por hora y media o el tiempo necesario hasta que duplique su tamaño.

5. Mientras esto ocurre, mezcla en la mesa los ingredientes restantes (azúcar, harina, huevos, margarina y leche) hasta obtener una masa uniforme.

6. Una vez que aumentó de volumen de la masa en reposo, incorpora perfectamente las dos masas.

7. Golpea nuevamente contra la mesa la mezcla obtenida, para que facilite el aumento de volumen y la obtención de un pan esponjoso.

8. Coloca la masa en el recipiente metálico y cúbrela con el trapo húmedo.

9. Deja reposar 3 horas o el tiempo necesario hasta que duplique su tamaño.

10. Media hora antes de meter el pan al horno, prende el horno a 150ºC.

11. Mientras tanto, en un recipiente de plástico prepara la pasta de decoración. Incorpora el azúcar glas, la manteca y el harina; bate con la cuchara por 5 minutos para que la pasta sea homogénea; divídela en dos partes, colocando una mitad de la pasta en otro recipiente de plástico e incorpora la cocoa con la cuchara.

12. Una vez duplicada la masa en reposo, amasa nuevamente, divide en bolas de 35 g aproximadamente (más o menos del tamaño de una tuna o un aguacate) y dale forma semicircular.

13. En seguida, coloca en las charolas metálicas, previamente engrasadas, las piezas formadas con una separación de 4 cm aproximadamente entre ellas.

14. Con ayuda del pincel, barniza con la clara de huevo la piezas formadas. Agrega encima, con la espátula, una capa de la pasta de decoración, después con el cuchillo o la espátula, cuadricula la pasta.

15. Deja reposar las piezas por 45 minutos o el tiempo necesario para que dupliquen de tamaño, cerca del horno o en la puerta.

16. Finalmente, hornea por 20 minutos a 180ºC.

Ya horneadas, déjalas enfriar (aproximadamente media hora).


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